No nos engañemos, el diseño gráfico está infravalorado. Es muy frustrante para un profesional cuando un cliente te dice “Cómo puedes cobrarme esto por un Logotipo? Mi primo que ha hecho un curso de ‘fotochop’ y ‘frijan’ me cobra 20 € o 4 cervezas…” Imaginas que fueras al taller y le digeras al mecánico “Cómo me cobras eso por cambiar los discos de freno? Mi primo que sabe usar la llave inglesa y el gato me cobra 20 €”. Ante este caso seguramente el mecánico, siendo educado te mandaría a tomar viento.

Durante años se ha extendido el mito de que el trabajo de diseñador es la panacea. Simplemente sentarse a darle a los “botoncicos” y los diseños salen solos, como se ilustra en esta imagen genial extraída del blog de Jaume Estruch

Imagen del Photoshop que los clientes creen que tenemos los diseñadores

Imagen del Photoshop que los clientes creen que tenemos los diseñadores

Y que cobra vida en esta web.

Ante esto lo único que podemos hacer los que nos dedicamos a esto es argumentar por qué los diseñadores gráficos no podemos cobrar lo mismo que tu amigo/ primo o cuñado.

Formación.

Los profesionales del diseño gráfico han estudiado y se han formado para desarrollar su profesión. Los estudios de diseño gráfico en una escuela de diseño es de 4 años, a ello hay que sumarle una carrera universitaria de otros 4 y algún master para especializarse en diseño web, 3D o lo que a cada uno le inspire más. Durante esos años el diseñador a estudiado el color, la composición, ha visto miles de logotipos de toda la historia y los ha analizado, ha visto y estudiado a los grandes pintores, arquitectos y diseñadores de todo el mundo, analizando y reflexionando sobre las cualidades y los defectos de cada uno. Seguramente ha dedicado más de una noche de sábado a revisar una y otra vez una ilustración en la que no sabe porque, esa curva no es perfecta y tiene que probar y probar… ese diseñador ha pasado miles de horas durante esos años (y en la actualidad) usando las herramientas del diseño, desentrañando cada rincón oculto de esos programas y mejorando su habilidad en el manejo de los mismos.

Un diseñador no profesional ha hecho un curso de 8 horas de photoshop. Un curso de 4 de Freehand MX (Os cuento un secreto, hace ya varios años que Adobe compró freehand y no va a desarrollar más versiones, Frehand MX se lanzó en 2004 y no se ha desarrollado más desde entonces, y aún hay cursos que se dedican a enseñarlo). Antes de hacer este curso lo único que sabía sobre un ordenador era bajarse películas y videojuegos y todo lo que sabe de diseño y dibujo es lo que ha aprendido en Art Attack los sábados por la mañana (con todo mi respeto por este gran programa).

Fase 1 del proyecto. Briefing.

El diseñador profesional usa términos como Briefing. El Briefing es un informe en el que el cliente especifica claramente, contestando a una serie de preguntas, el contenido del encargo. En el se define claramente:

  • Naming. Nombre elegido para la empresa. En general debe tratarse de un nombre corto, relacionado con el producto o servicio y fácil de recordar. Puede ir acompañado o no de un Claim o TagLine que ayude a “anclar” el significado del naming.
  • Descripción del producto o servicio. En dos frases el cliente debe ser capaz de definir su producto o servicio. Descripción del producto o servicio. En dos frases el cliente debe ser capaz de definir su producto o servicio.
  • Sector y situación en el mismo.
  • Público Objetivo.
  • Valores que se quieren asociar a la marca…

Si la empresa que realiza el pedido al diseñador posee un departamento de marketing es normal que este informe se le entregue redactado al diseñador. Si el cliente viene sin un Briefing claro, es tarea del diseñador charlar con el cliente y que este responda a cada una de las preguntas que se le plantean. La finalidad de este informe es repasar aspectos muy importantes en la creación de una empresa obligando al cliente a meditar sobre ello. Muchas veces me he encontrado que gracias a la charla con el cliente y a completar el Briefing, el cliente ha llegado a conclusiones y ha pensado en cosas sobre su negocio que hasta ese momento no se había planteado.

El Briefing con el diseñador no profesional constará en una cerveza en un pub, en la que sus preguntas constarán en preguntar sobre colores o tipografías que más le gustan, el cliente le hablará de su proyecto y de cada aspecto de su empresa, y posiblemente le enseñará algún logo de alguna empresa que le guste. El diseñador no profesional asentirá y le dirá “Yo te voy a hacer uno mejor”, los dos sonreirán y se pedirán otra cerveza, que va a empezar el partido.

Fase 2 del proyecto. Busca de referencias y bocetos.

El diseñador profesional buscará referencias para desarrollar tu logotipo. Buscará logotipos de la competencia, tando de los líderes del sector como de empresas más pequeñas y locales, de diferentes partes del mundo. Verá una y otra vez como otras empresas han resuelto realizar sus logos, pero no lo revisará para copiar, lo revisará para observar lo que ya se ha hecho y como puede el desarrollar algo diferente, novedoso y fresco. Este proceso puede durar unas 4 horas, dependiendo del tamaño del sector al que nos enfrentemos. Una vez que la competencia está analizada elegirá una tipografía para el naming y quizá piense en un símbolo que pueda reforzar el mensaje de la empresa en cuanto a servicio, imagen o valores corporativos. Buscará referencias tipográficas y empezará a esbozar el diseño de la tipografía exclusiva.

El diseñador no profesional no buscará referencias o como mucho verá 2 o 3 logos, seguramente serán logos famosos que no tienen nada que ver ni con el servicio ni con el sector de su supuesto cliente. Lo primero que hará será arrancar el freehand MX pirata del año 2004 y escribir el nombre de la empresa de su amigo en una tipografía tipo “Times New Roman”, e irá dándole a la flecha de abajo para ver como queda en las diferentes tipografías que tiene guardadas (por suerte se descargó de megaupload una colección de 10.000 tipografías antes de que lo cerraran!)… y ese será todo su trabajo creativo, buscar un par de tipos chulas con las que quede bien el nombre (“conoces la Comic Sans?” ”Claro! Es mi tipografía favorita!”). Luego seguramente para rematar la faena, diseñará un símbolo totalmente abstracto y cuyo significado sólo entiende él. El cliente o el público no tiene por que entenderlo, y ellos que saben “ellos no son creativos”. Creyendo que mejora el logotipo usará todos los efectos chulos que le enseñaron en su curso de 8 horas: filtros, degradados, sombras, texturas,… todo! Después lo pintará del color del logo que le pasó el cliente, “por que si le gustaron esos colores para que voy a buscar más”. Y fin. Aquí acaba su proceso creativo, con suerte un par de horas, en las que durante 1 hora y tres cuartos lo ha empleado en darle a la flechita para ir cambiando tipografías.

Fase 3 del proyecto. Reflexión.

o como lo llamamos nosotros El Barbecho. El diseñador profesional, una vez desarrolladas varias vías de actuación con tipografías diferentes originales, dibujadas por el mismo, y después de diseñar y simplificar diferentes icónos que consigan reforzar el logotipo, suele dejar reposar el diseño y el proyecto durando uno o dos días. Esto nos permite distanciarnos del diseño y dedicarnos a otras cosas para airear la mente, y si después del barbecho, volvemos al logo y nos sigue seduciendo, lo mejoramos y perfeccionamos para mostrarlo al cliente. Durante este periodo pensamos en la adaptación del logo a diferentes formatos, a posibles combinaciones de colores y en como podría ser la papelería corporativa completa.

El diseñador no profesional se dedica a otra cosa y como mucho vuelve al logo para aplicarle más texturas o sombras para que “sobresalga” del papel, como en relieve, y por supuesto hará una versión con la tipografía Comic Sans “que siempre gusta”

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Fase 4. Presentación Final.

Una vez completado todo el proceso y con el logo cerrado el diseñador profesional muestra el logotipo al cliente en todos los formatos posibles y en diferentes colores, incluso un avance del diseño de la papelería corporativa. Ha pensado en todo: Tintas, papel, acabados, cantidades, … pensando en la rentabilidad y la eficiencia.

El diseñador no profesional manda por mail el logo a su cliente en jpg, a buena calidad (por supuesto), aunque quizá no se de cuenta de que lo ha enviado con el perfil de color RGB (“que demonios es eso?»), pues eso… querido cliente, ya te enterarás cuando el bonito rojo burdeos que te ha puesto tu amigo en el logo salga en la imprenta de color verde 😉

Fase 5. Redacción y diseño del Manual de Identidad Visual Corporativa.

En sucesivos posts hablaremos de los manuales corporativos, ahora baste con indicar una sencilla definición del mismo según la wikipedia “Es un documento en el que se diseñan las líneas maestras de la imagen de una compañía, servicio, producto o institución. En él, se definen las normas que se deben seguir para imprimir la marca y el logotipo en los diferentes soportes internos y externos de la compañía, con especial hincapié en aquéllos que se mostrarán al público”

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Y algún enlace de ejemplo de Manual de Identidad Visual Corporativa:

Este manual suele venir acompañado de un DVD o pen drive donde se le entregan al cliente todas las versiones de los logotipos en varios formatos, además de toda la papelería corporativa, catálogos, … todo el diseño corporativo listo para meter en producción impresa sin sobresaltos ni sobrecostes.

Duración total del proceso realizado por un diseñador profesional: Unas 30 horas.

Duración total del proceso realizado por un diseñador no profesional: Unas 2 horas.

¿Entiendes ahora por qué no podemos hacer tu logo por 20 €?

 

Fuentes que inspiraron este post: