Que nos pregunten hoy qué es Twitter, para qué sirve y cómo utilizarlo es lógico, porque Twitter sólo tiene 5 añitos de vida y su versión en español no llegó a nuestras pantallas hasta el 4 de noviembre de 2009. Como todo producto nuevo que surge en la red, necesita un periodo de adaptación y en el caso de Twitter un poco más, especialmente si se trata de usuarios que no usan habitualmente redes sociales.
Aunque Twitter es un servicio sencillo para publicar mensajes cortos vía web, su funcionamiento es distinto al de otras plataformas sociales.
Cómo funciona Twitter
1. Tiene su propio vocabulario (del que ya hablamos en un post anterior), que hay que aprender para poder escribir y entender los mensajes de los demás usuarios.
3. Los mensajes están limitados a 140 caracteres. Aunque existen alargadores de tweets, nosotros no los recomendamos. Si lo que tienes que decir no cabe en 140 caracteres, amigo lo sentimos, pero esta no es tu red social.
4. La mentalidad de los usuarios es distinta a la de otras plataformas. Mientras que Facebook potencia las relaciones de amistad, en Twitter prima la necesidad de informar y mantenerse informado en tiempo real sobre lo está sucediendo en nuestro entorno y en el mundo. Por eso Twitter empieza preguntando, ¿Qué está pasando?
5. La cantidad de las publicaciones. Dependerá por un lado, del número de usuarios a los que sigamos (nos sigan a nosotros o no) y por otro, de lo activos que sean publicando.
No hay límite en cuanto al número de publicaciones o actualizaciones diarias. Cada usuario es libre de elegir qué contenido considera interesante publicar, cuántas veces y en qué momento del día.
Las empresas sí necesitan establecer una estrategia en cuanto a la publicación de contenidos. Es fundamental averiguar en qué franja horaria nuestra audiencia está más activa para asegurarnos que nuestro mensaje llega a su destino. Para eso existen herramientas de las que hablaremos en otro post.
6. La velocidad de las publicaciones. También está ligada al número y la actividad de los usuarios a los que seguimos. Por lo general, los usuarios de esta plataforma, suelen ser bastante activos y publicar constantemente contenidos. Pero la plataforma no está pensada para leer todo lo que se publica, si no para echar un vistazo rápido y leer, comentar o retweetear aquello que nos interese en ese momento.
7. A quién podemos seguir. Twitter nos sugiere algunos usuarios a los que seguir, pero no es obligatorio, podemos seguir a tantos usuarios como nos interese, ya sean personas anómimas, personajes famosos, profesionales de un determinado sector, empresas políticos… No se recomienda seguir a más de 10 usuarios de una misma sentada, porque Twitter nos puede considerar spamers.
A diferencia de Facebook, en Twitter para seguir a un usuario no necesitamos mandarle una solicitud de amistad, es tan sencillo como hacer click en el botón “seguir”. A partir de ese momento, todas las actualizaciones de estado que publique aparecerán en nuestro TimeLine.
Para qué podemos usar Twitter
Aquí tenemos total libertad. No hay un uso predeterminado, más bien dependerá de nuestros objetivos o los de nuestra empresa.
A nivel personal, podemos utilizar nuestra cuenta por ejemplo para:
1. Compartir con nuestros amigos y seguidores información sobre eventos, cursos o promociones que puedan interesarles.
2. Informales sobre aquellos enlaces, blogs, artículos, vídeos, imágenes… interesantes que vayamos descubriendo.
3. Tuitear en tiempo real los momentos o frases más importantes de un evento (por ejemplo, de un partido de fútbol o una conferencia).
4. Recomendar que sigan a un determinado usuario.
5. Compartir nuestra opinión sobre un tema o acontecimiento que esté teniendo lugar (las elecciones, los premios Goya, etc).
5. O simplemente para poner todo lo que se nos pase por la cabeza.
A nivel de empresa, se suele usar Twitter para:
1. Establecer un contacto directo y en tiempo real con nuestros clientes, clientes potenciales y proveedores.
2. Informar a nuestros seguidores sobre qué productos y servicios ofrecemos.
3. Comunicarles promociones.
4. Observar cómo se comporta la competencia dentro de esta red social (qué contenidos publica, de qué forma se comunica con sus seguidores, etc).
5. Averiguar de boca de nuestros clientes, clientes potenciales y proveedores sobre qué contenidos están interesados.
6. Interceptar oportunidades de negocio (tweets en los que se solicite productos y/o servicios que nuestra empresa puede ofrecer)
7. Construir una red de contactos clave.
Fuentes: